domingo, 17 de julio de 2011

Sobre el pensamiento y protestas anti LGTB en Perú (Parte 3)

¿Cuáles son los alcances de vivir “en paz y tolerancia con personas que no tienen nuestras mismas creencias”? Dentro de un contexto de laicidad e igualdad, este principio de convivencia no sugiere ni mayorías ni minorías como un presupuesto para definir la aceptación o el rechazo de una ordenanza. Pero aquí se sostiene que el DIOS GUERRA, el DIOS ABSOLUTO ha colocado a un grupo de escogidos para dictar las leyes de conciencia de una sociedad plural, pero, al estilo constantiniano, inmadura e imperfecta, necesitada de regulaciones morales. Esta percepción absolutista, ve a los demás como enemigos absolutos a quienes hay que derrotar. Cualquier grupo minoritario, será medido bajo esa cosmovisión de ABSOLUTOS … y con esa precisión querrán imponer sus ideas; que en el caso peruano, es precisamente un escollo para la convivencia democrática en temas de religión y creencias. Creo que la psicología, la sociología, la antropología, la historiografía, pueden dar un aporte significativo sobre estas conductas y percepciones propias de estos grupos y sus presupuestos ideológicos, que se habían pensado habían sido superados, pero sobreviven en contextos distintos donde se requiere aperturas.

La pregunta, ¿Entonces su sugerencia seria obviar el resto de ciudadanos que no están de acuerdo con la cultura LGTB? Es una expresión absolutista que evalúa el principio de igualdad bajo parámetros de referéndums y marchas, yo no como un derecho en sí mismo al alcance de todas las expresiones. Si creíamos que el “Muro de Berlín” había caído en la historia de todas las naciones, aquí se evidencia que sigue siendo un coloso en la conciencia de muchos peruanos, y cuando esperábamos que fiel a su historia, sean precisamente los movimientos del protestantismo latinoamericano, los que ayuden a construir sociedades más justas, aquí se impone la ideología conservadora y militante al estilo del cura Valverde y sus aliados, que trajeron los ABSOLUTOS  del Dios de la Corona imperial en guerra contra de Wiracocha que muy bien describe Juan A. Mackay en su obra “El otro Cristo Español”.

“Así como los LGTB tienen derecho a expresar su voz, los creyentes en Dios también tienen derecho a expresar su voz.” ¿Qué significa la frase “los creyentes en Dios”? Ya mencionamos previamente esa forma bipolar de entender las culturas y el desarrollo de las naciones, esa dicotomía fundacional de las creencias, en el que por un lado están “los creyentes en Dios” y en el otro, el resto de la sociedad peruana, dando a entender que un LGTB es un creyente de cualquier cosa, menos de Dios. Esto nos da una idea de la imagen fundamentalista que se construye en el interior de estos grupos que precisamente han hallado cabida en la conservadora expresión de otras creencias que sostienen estas tradiciones antiguas, especialmente, la romana católica.

“Hay una gran diferencia entre la separación del estado y la iglesia y la separación de Dios del estado, esto jamás.”  ¿A qué Dios se refiere? ¿Al que trajeron los españoles? Un Dios ABSOLUTO  a la medida de los conquistadores y la minimización y ridiculización de las demás creencias. Un Dios que impuso el idioma español por encima del quechua, el aymara, el ashaninka… Un Dios que se impuso a filo de espada y tiro de rifle … Un Dios que requiere de un ejército para saquear y cometer abusos … Antes de la llegada de los españoles, ¿Estaba Dios en el Continente? ¿Qué Dios? El que se manipula bajo ideologías y se abusa en el uso indiscriminado de los textos bíblicos. Ese Dios … no es el de la cruz, sino el de la espada. Es la ideología de Torquemada y sus aliados. Esa expresión de paz y tolerancia, es sólo un cliché.

¿Qué confunde a los niños? ¿Una sociedad que se norma y se regula bajo leyes igualitarias y de respeto, o una impositiva que usa el factor mayoría para abusar de las minorías? Lo que en cierta manera, esta ordenanza municipal, no Estatal, como se sostiene erróneamente, ha puesto al descubierto es: La incapacidad del liderazgo de cierto sector evangélico y católico romano para sobrellevar la convivencia con todos los sectores de la sociedad, la debilidad de sus grupos nucleares que no trascienden ni pueden influenciar en el desarrollo de la nación sino sólo bajo “mano dura”, la inconsistencia de sus formas de gobierno eclesiales en las que sólo un grupo de iluminados dirigen el destino de sus feligreses, la incapacidad de sectores evangélicos de ser “sal y luz” en relaciones igualitarias, la total dependencia de esos ABSOLUTOS que no ayudan a un mejor acercamiento al tema LGTB y otros más, sino sólo a través de leyes injustas y represivas. ¡Qué lástima esa ilusa reflexión sobre los impuestos de todos los peruanos! Esperamos, si hay equilibrio en sus posturas y declaraciones, realicen marchas para reclamar la derogación del Concordato, donde sí se usa esos fondos para sostener al clericalismo en el Perú, en clara discriminación con las demás confesiones religiosas. No es libertad de conciencia  lo que estas objeciones presentan y defienden, sino la debilidad propia en la formación de sus miembros, de sus creencias y su misión. El miedo viene por esa inconsistencia, por esas debilidades. El respeto no necesita ni imposición ni escollos, ni muros, sino fortalezas y riquezas socioculturales que se expresan y se manifiestan en la convivencia.

¿Casacas rosadas? ¿Niños imponiendo el uso de casacas rosadas? ¿Una forma de Buylling homosexual? ¡Qué imaginación! Producto de los miedos y esas inconsistencias, se sostiene de alguna manera, que es mejor el abuso heterosexual antes que el homosexual, pues el primero, es de las mayorías. Se sostiene la idea que con una afirmación igualitaria, se va a homosexualizar a toda la nación. Sólo una idea medieval puede afirmar tales inconsistencias. Así se pensó acerca de los derechos de la mujer y de los negros … mas bien producto de un machismo y un racismo que no tenía fundamento.

El Perú y Latinoamérica del siglo XXI necesitan de teologías que contribuyan a cubrir esos vacíos que hoy son importantes, y que ayer no eran tan evidentes como ahora. No hay tal hecho de lobbys o intereses, sino de reflexionar en libertad y sin ataduras teológicas del pasado para expresar al Cristo de la historia y Señor del Cosmos, como soberano. ¿Tiene Dios sexo? ¿Cuál? El término “Naturaleza Humana”, que ha sido sostenida y desarrollada precisamente a lo largo de la historia, ¿cómo y cuándo comenzó a usarse? ¿Por qué ese temor a hacer una nueva teología para el tiempo presente?





(*) Esta serie se corresponde a una charlas sostenidas en el facebook acerca de la ordenanza municipal de Lima - Perú y las marchas anti LGTB.
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